ALQA – Museo de Arte Popular Andino y Laboratorio Gastronómico | Ollantaytambo, Cusco

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El Museo y su Espíritu




Francisco Stastny, uno de nuestros historiadores favoritos, en la década de los ochenta hace un honesto llamado a formar colecciones, que como todos sabemos, son la base de los museos. Bajo su premisa, inicia nuestra aventura.

Así, motivados por un creciente interés en investigar y comenzar a teorizar sobre los referentes históricos de la producción artística rural empieza esta colección de arte popular andino. Ante la dimensión que ella iba tomando concebimos la idea de exhibirla públicamente, pero... ¿cómo dar cuerpo a una idea, crear un espacio y dotarlo de sentido?

La percepción de que sin el edificio no puede existir la museología, restringía los alcances de nuestro sueño. Sin embargo, sentíamos que nuestra realidad exigía una actitud muy distinta: pasar de la idea del museo mastodóntico al museo en todas partes. De hecho, nos fascina la frase del poeta arequipeño Alonso Ruiz Rosas que declara: “El mundo es un museo”. En efecto, lo creemos.

Entre nosotros, ya es tiempo de entender cabalmente los objetivos de una museología contemporánea puesta al servicio de nuestras reales necesidades de países andinos. Nos afirmamos así en la opinión que necesitamos museos, pero antes y por sobre todo cambiar la antigua concepción del museo centralista, faraónico, europizado, con grandes columnas e interminables salas, para dar paso a la descentralización cultural a través de museos provinciales, espacios creativos proyectados luego de esmerados estudios. Ambientes orientados a servir a los peruanos en busca de su identidad cultural, espacios que den a las personas del interior del país la idea de sus raíces, que le presenten un proyecto de su futuro y que refleje en sus muros y vitrinas el afanoso quehacer de sus vidas.

De esta forma, damos la bienvenida a todos, todas y todes, y les invitamos a ser parte de este proyecto el cual no representa a un grupo, representa más bien, un movimiento, un espíritu.



EL TATUAJE EN EL PERÚ ANTIGUO



Sábado 16 de agosto de 2025 – ALQA, Museo de Arte Popular Andino

Ese sábado, la cabaña de ALQA se volvió refugio de pieles marcadas, territorios simbólicos y memorias profundas. El encuentro “El tatuaje en el Perú Antiguo” fue un espacio de evocación y escucha, que buscó reactivar saberes milenarios inscritos en los cuerpos andinos, y abrir un puente entre arqueología, arte y comunidad.


La jornada comenzó con una breve bienvenida institucional que abrió paso a una ceremonia de ofrenda, con la intención de enraizar el encuentro en la cosmovisión andina. Acompañados por los sonidos del viento, el fuego y las hojas de coca, el espacio fue preparado para acoger el diálogo desde un lugar ritual, sensible y compartido.


Luego, en el conversatorio central, contamos con la participación de los investigadores Aarón Deter-Wolf (EE.UU.) y Benoît Robitaille (Canadá), cuyas investigaciones sobre momias tatuadas de la costa del Pacífico han revelado prácticas ancestrales que aún nos interpelan: técnicas de incisión subdérmica, pigmentos naturales, herramientas pre-eléctricas, símbolos ligados a la protección, el rango social o la espiritualidad. A partir de sus intervenciones, se tejió un diálogo horizontal junto a Cinthya y Johana (ALQA), desde donde se abordaron preguntas en torno al cuerpo como archivo, al tatuaje como gesto ceremonial, y a la necesidad de leer estas marcas desde una perspectiva crítica, decolonial y territorial.


Seguido al conversatorio tomó lugar el laboratorio “Escrituras del cuerpo y del tejido”, que propuso una observación colectiva de símbolos presentes en tatuajes precolombinos y textiles cusqueños contemporáneos. La piel y el textil se entendieron como soportes paralelos: ambos cargados de memoria, ambos capaces de comunicar saberes invisibles. Este cruce permitió al público identificar resonancias formales y simbólicas, y reconocerse como parte activa de un paisaje visual ancestral que aún vibra.

Finalmente, la presentación del colectivo de sikuris Willka Wayra nos envolvió con su música en un cierre lleno de energía y comunión. A través del viento y las melodías colectivas, las marcas invisibles del día quedaron grabadas no solo en la piel, sino en la emoción compartida.

Este encuentro no solo abordó el tatuaje como técnica o diseño, sino como acto de resistencia, espiritualidad e identidad. Fue también una apuesta por construir conocimiento desde la pluralidad: desde el rigor arqueológico hasta la experiencia vivida, desde la comunidad local hasta el visitante curioso, desde el cuerpo hasta el territorio. En ALQA, creemos que estos gestos son parte de una memoria que merece ser reactivada, cuidada y celebrada.





500 TRAZOS: Un retrato abstracto del Perú



El pasado 14 de julio de 2025, ALQA – Museo de Arte Popular Andino abrió las puertas de su Cabaña para una proyección especial: “500 Trazos: Un Retrato Abstracto del Perú”, un documental dirigido por Luo Yunfei y protagonizado por el artista chino Wu Jian’an, presentado en colaboración con Per Art Project.


El filme acompaña un proceso artístico que une territorios distantes a través del gesto más simple: el trazo. Wu Jian’an recorrió diversas regiones del país —de Chinchero a Quillabamba, de Accha Alta a Taquile e Isla de los Uros— invitando a cientos de personas a intervenir papeles de caligrafía china con gestos espontáneos, cargados de identidad y memoria. Estos más de quinientos trazos se transformaron posteriormente en un mural monumental de doce metros en Pekín, hoy símbolo de un diálogo intercultural entre Perú y China.


Durante la proyección, Johana Sarmiento, directora de ALQA, junto a Pablo Espinel, productor del documental, compartieron con el público el trasfondo del proyecto y su valor como puente entre comunidades y tradiciones visuales. La velada reunió a artistas, mediadores culturales, habitantes del Valle Sagrado y visitantes nacionales e internacionales, quienes participaron de un intercambio abierto de ideas tras la proyección.


El evento buscó visibilizar una experiencia artística colaborativa, reconocer la fuerza simbólica del trazo como lenguaje universal y reflexionar sobre cómo el arte puede generar vínculos reales entre culturas. Más allá del acto de ver, la proyección permitió sentir que detrás de cada línea trazada hay una historia colectiva, un pulso humano compartido.


Con esta actividad, ALQA reafirma su compromiso con el arte como medio de encuentro y reciprocidad, invitando al público a seguir habitando el museo como un espacio donde las fronteras se diluyen y las miradas se entrelazan. La jornada concluyó con un recorrido libre por las salas de exhibición y una taza de mate caliente compartida, celebrando el espíritu comunitario que da vida a este proyecto cultural.




FERMENTACIÓN DEL MAIZ 


Jueves 24 de abril de 2025 | ALQA – Museo de Arte Popular Andino

Ese día, en ALQA, decidimos escuchar al maíz. No como insumo, no como símbolo, sino como un cuerpo vivo que fermenta, respira, muta y nos transforma.
 


La jornada comenzó con la llegada de Doña Eusebia Silva Tapia, maestra chichera de Ollantaytambo. Con su olla de barro, su chicha burbujeante y su risa dulce, nos recordó que los fermentos son también un acto de cuidado. Sirvió a cada uno de los presentes como quien bendice. No hubo ceremonia, pero sí hubo rito.

Después, en el Laboratorio Gastronómico, propusimos un menú en cinco pasos: cinco formas distintas de fermentar el maíz, cinco formas de preguntarle al territorio por su memoria. Hubo fermentos con koji, macerados en cheong de capulí, amazake, procesos de lactofermentación natural y, como último paso, un homenaje a la jora, la fermentación andina por excelencia, base de la chicha y guardiana de tantas cocinas del pasado. Cada plato fue un fragmento de historia y un ejercicio de futuro. Cocineros, campesinos, artistas, vecinos, investigadores y viajeros comieron juntos, sin jerarquías, compartiendo mesa y silencio.


Solo después, con el paladar despierto, llegó el conversatorio. Nos sentamos en círculo. Doña Eusebia, Stefania De Leo, Soraya López, su padre y parte del equipo de ALQA abrieron un espacio íntimo, sin micrófonos. Entre los temas compartidos, uno resonó con fuerza: la urgencia de regresar a lo orgánico. Soraya y su familia, guardianes de semillas y creadores del proyecto “Museo del Maíz” en Urquillos, hablaron de la amenaza silenciosa que recorre el Valle Sagrado: el uso indiscriminado de pesticidas. Hoy, el maíz blanco gigante, famoso en el mundo entero, crece muchas veces en suelos debilitados y en condiciones que contradicen siglos de relación armónica con la tierra.

Se conversó sobre las pérdidas invisibles: sabores que se apagan, colores que desaparecen, rituales que se olvidan. Pero también sobre las resistencias: las familias que siguen sembrando sin químicos, las chicheras que no pasteurizan, las cocinas que fermentan sin prisa. Fue una conversación viva, tensa por momentos, pero necesaria. El maíz, una vez más, nos mostró que no basta con celebrarlo: hay que defenderlo.


Ese día no enseñamos nada. Escuchamos. Probamos. Recordamos. El maíz nos enseñó que también se cocina para sanar, y que los fermentos nos hablan de lo que no se ve, pero actúa. Como la memoria.



Intercambio de plantas medicinales 



No hubo mejor forma de reanudar nuestras actividades en el museo que con este encuentro dedicado íntegramente a la medicina tradicional y la herbolaria local. Gracias a la participación de 54 mujeres, este pasado miércoles, el 18 Febrero de 2025, el museo tuvo el enorme honor de ser epicentro de una serie de intercambios y aprendizajes en donde el conocimiento circuló, se reafirmó y continuó enraizándose en la vida cotidiana de las comunidades andinas.


El taller, facilitado en quechua por Escolástica Castillo, reunió a las participantes en torno a diálogos que tuvieron como base la continuidad del uso de las plantas medicinales y el desarrollo y preparación de ungüentos curativos con las mismas.

Desde ALQA - Museo de Arte Popular Andino hacemos público nuestro reconocimiento a las 15 comunidades que fueron parte de este encuentro, a las promotoras de salud que acompañaron esta jornada, a nuestrxs amigxs de Ayni Wasi y principalmente a las 54 participantes por su compromiso con la supervivencia de estos saberes fundamentales.

Haylli para las comunidades de Socma, Marcuray, Patacancha, Huilloc, Quelqanqa, Rumira Sondormayo, Anapahua, Chillipahua, Tastayoc, Chalhuacocha, Pomatales, Yanamayo, Huarocondo, Urubamba y Ollantaytambo!